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24/02/2022
Rusia atacó esta madrugada varias bases militares ucranianas después de reconocer a la región de Donbass como región independiente. Parece que Rusia tiene la intención de ocupar el este de Ucrania y, por lo tanto, ha tomado la decisión de atacar varios puntos estratégicos militares del país, para evitar una defensa más organizada por parte de Ucrania. Todavía no se tiene claro si Putin tomará la decisión de tomar el control de toda Ucrania.
El mercado reaccionó durante primera hora de la mañana, con fuertes caídas en las acciones europeas, un aumento de los precios del petróleo y el oro y el aumento de los precios de los bonos, características propias de un movimiento de aversión al riesgo.
Donbass se compone de las regiones de Lugansk y Donetsk, en el este de Ucrania. Desde 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea, los separatistas rusos han estado luchando para tomar el control de esta región.
Los separatistas rusos controlaban las áreas más orientales de Donbass, pero desde que Putin reconoció la independencia de esta región, los separatistas han estado tratando de avanzar para controlar todo este territorio.
Fue en noviembre de 2021 cuando Rusia comenzó a situar algunas de sus tropas a lo largo de la frontera con Ucrania, con casi 100.000 soldados incorporados en diciembre. A principios de 2022, Rusia ha estado aumentando este número de tropas, incluso dentro del territorio bielorruso y siempre justificando estos movimientos como ejercicios militares rutinarios.
Después de este movimiento por parte de Rusia, se estiman los siguientes escenarios:
• Sanciones de los países occidentales.
• Posible respuesta militar de Ucrania.
• Avance de las tropas rusas por toda la región de Donbass.
Dependiendo de los próximos acontecimientos, podríamos experimentar nuevos movimientos relacionados con la aversión al riesgo en el mercado (venta de los activos con mayor volatilidad, como las acciones, y compra de activos defensivos, como el oro o los bonos). Este sería el escenario más probable, en el caso de que Putin avance, por ejemplo, sobre todo el territorio ucraniano, o si hay una respuesta militar por parte de Ucrania o de la OTAN.
También podríamos ver movimientos de preferencia por el riesgo (contrario a la aversión de riesgos) si la situación se calma y Rusia no invade todo el territorio ucraniano.
Sin embargo, es importante señalar que el inversor no debe cambiar toda la composición de su cartera en respuesta a un posible escenario de riesgo, ya que estos eventos aceptan un alto nivel de incertidumbre.
Desde 1900, el mundo ha experimentado crisis muy graves, como las guerras mundiales o la Gran Depresión; sin embargo, las empresas han logrado siempre reinventar sus negocios y superar estos momentos, permitiendo revalorizaciones significativas del índice Dow Jones estadounidense.
La opción de vender activos para comprar más abajo debido a una crisis es muy difícil de lograr, dado que las caídas del mercado son bastante diferentes tanto en su duración como en intensidad.
En estas fases de crisis, siempre es bueno recordar que el mercado existe para servirnos y que el precio al que está cotizando una compañía, no significa que esté reflejando correctamente el valor de este.
Por lo tanto, es fundamental un conocimiento preciso de las compañías y darse cuenta de su valor, para que cuando el precio caiga por debajo de ese valor, se cree una oportunidad de compra.
También es importante diversificar para que, en momentos de estrés, no estemos expuestos a un riesgo específico de un sector o región.
En nuestra opinión, invertir en activos de calidad a precios atractivos a largo plazo sigue siendo la mejor estrategia en cualquier contexto macroeconómico.
Su rentabilidad desde 1900 sería muy inferior a la del índice, registrando solo un 5092%. Si comparamos este escenario con el índice desde el año 2000, tenemos el mismo ejemplo: el índice se revalorizaría un 92%, pero el inversor solo ganaría el 15%.
Adivinar el momento preciso en que el mercado cae es prácticamente imposible, y arriesgarse a perderse la recuperación suele llevar a resultados mucho más bajos que los de aquellos inversores que permanecen en el mercado. Si nos perdemos el mejor mes del año, como en este ejemplo, realmente obtendríamos una rentabilidad negativa.